A lo largo del valle del Loira en Francia, se pueden encontrar muchos de los castillos más famosos del país, e incluso del mundo.
El majestuoso castillo de Cheverny, con su opulento interior, el castillo de Villandry y sus jardines de fama mundial, Chenonceau con sus famosas damas… Y el más grande, el castillo de Chambord.
Por su parte, el Castillo de Brézé, en comparación, parece bastante pequeño y tal vez un poco simple. Sin embargo, como un iceberg, lo que está debajo de la superficie te sorprenderá.
El Castillo de Brézé, ubicado a las afueras de la pequeña localidad de Brézé, en el distrito de Saumur del Valle del Loira, fue mencionado por primera vez en el año 1063 en una carta de la abadía de Saint-Florent. Originalmente levantado como un castillo medieval, aquel primer edificio fue arrasado en su mayoría a finales del 1500 para iniciar la construcción del castillo que podemos ver hoy en día. Aunque, realmente, los trabajos para el castillo actual empezaron un siglo antes.
En 1448, Gilles de Maille-Breze recibió permiso del rey René de Anjou para fortificar el castillo original y comenzó a trabajar en un foso seco de unos 9 metros de profundidad. En el momento en que el descendiente de Gilles, Arthurs de Maille-Breze, terminó la renovación del castillo a fines del 1500, el foso seco fue excavado a una profundidad de entre 15 y 20 metros.
Puente sobre el foso del castillo de Brézé.
Además, se excavaron decenas de habitaciones y más de un kilómetro de túneles.
**Todo el área del Loira se encuentra asentada sobre piedra caliza fácilmente moldeable y está salpicada de casas excavadas en las colinas y cuevas.
Recreación hecha por la página wef oficial chateaudebreze.com de las habitaciones y túneles excavados bajo el Castillo de Brézé.
Muchos de los túneles del castillo están cerrados debido a la edad y el mal estado, pero un gran número sí que se pueden visitar.
Túnel del Castillo de Brézé abierto al público.
Oculta, en las profundidades del castillo, había toda una pequeña ciudad equipada con todo lo necesario para sobrevivir a un asedio y protegerse de manera exitosa.
Suponiendo que una fuerza armada medieval fuese capaz de superar el foso seco, posteriormente no lo iban a tener fácil. Afortunadamente para la familia Brézé y el pueblo, el Castillo de Brézé tuvo una existencia muy pacífica y nunca estuvo bajó ningún asedio.
Durante siglos, el Castillo de Brézé (su parte visible sobre la tierra) ha sido restaurado en varias ocasiones, mientras que los túneles y habitaciones subterráneas permanecen en gran parte sin cambios.
Dejando a un lado el período de la Segunda Guerra Mundial cuando los alemanes ocuparon el país y el Castillo de Brézé, la familia Brézé ha sido la propietaria de la fortaleza desde sus inicios y lo sigue siendo a día de hoy. Primero abrieron el castillo al público y, desde 2001, hicieron lo propio con algunos de sus túneles mediante visitas guiadas para que todos aquellos que quieran, puedan conocerlos.
Castillo de Brézé en el mapa
Castillo de Brézé desde el aire